El taekwondo es un arte marcial moderno que tiene sus raíces en Corea. Su desarrollo comenzó a fines de la década de 1940 y principios de la década de 1950, cuando se inició un proceso de unificación y estandarización de las artes marciales coreanas. Hasta ese momento, había varias formas diferentes de artes marciales que se practicaban en diferentes partes de Corea, incluyendo el taekkyon, el tang soo do y el kong soo do, entre otros.
En 1955, se estableció la Asociación Coreana de Taekwondo (KTA), que tenía como objetivo unificar las diferentes formas de artes marciales coreanas bajo un solo sistema. El taekwondo se desarrolló a partir de esta iniciativa, y en 1961 se estableció la Federación Coreana de Taekwondo (KTF) como el organismo rector del deporte en Corea.
El taekwondo comenzó a expandirse a nivel internacional en la década de 1960, cuando se enviaron instructores coreanos a otros países para enseñar el deporte. En 1965, se celebró el primer campeonato mundial de taekwondo en Seúl, Corea, que atrajo a competidores de varios países.
El taekwondo se convirtió en un deporte olímpico en 1988, cuando se incluyó en los Juegos Olímpicos de Verano de Seúl. Desde entonces, ha crecido en popularidad y se ha convertido en uno de los deportes más practicados en todo el mundo, con millones de practicantes en más de 200 países.
En términos de su técnica y estilo, el taekwondo se caracteriza por el uso de patadas altas y rápidas, así como por su énfasis en la velocidad, la agilidad y la precisión en el movimiento. También tiene un fuerte enfoque en la filosofía y la ética, y se enseña a los practicantes a tener disciplina, respeto y autocontrol en todas las áreas de su vida.